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jueves, 2 de junio de 2016

Aprueban apariciones de la Virgen María en Argentina


El Obispo de San Nicolás en Argentina, Mons. Héctor Cardelli, emitió un decreto en el que reconoce el carácter sobrenatural del Acontecimiento Mariano ocurrido en esa ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires.

El pasado 22 de mayo y en el marco de la multitudinaria peregrinación al Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás, el Obispo afirmó al terminar la Misa que “a doce años de pastoreo en San Nicolás y habiendo seguido con fe y responsabilidad el acontecimiento mariano, que conozco desde sus inicios, he crecido en la decisión de reconocerlo para mi diócesis”.

Sobre el proceso que lo llevó a tomar esta decisión explicó que ha trabajado “en la consulta con peritos y testigos y consciente de que el deber de vigilar o intervenir compete ante todo al ordinario del lugar, asumo, como los obispos que me precedieron, la decisión de apoyar, orientar y declarar acerca de esta manifestación en San Nicolás” que comenzó en 1983.

El Prelado explicó que juzgó el hecho según dos criterios: “Positivos y negativos y en ambos casos no hubo ni hay errores” y precisó que hizo un discernimiento sobre tres criterios particulares: “El acontecimiento ¿Es de origen natural? ¿Puede ser obra del enemigo? ¿Es de origen sobrenatural?”

“Las respuestas a estos interrogantes me dejaron la certeza de que es real y positivo el fruto que supera la mera acción humana”, sostuvo.

El Obispo señaló que acompaña el decreto con la presentación del libro “La escuela espiritual de Santa María del Rosario de San Nicolás” en el que se detallan las enseñanzas “más destacadas en los mensajes que Ella nos ofrece para nuestra adhesión a todo lo que Él nos dice porque Él es el culmen de la revelación”.

“Finalmente y como la Santa Madre lo ha pedido, imploro al Cielo en nombre de toda la diócesis, que sea Ella, por siempre la Reina y Señora de San Nicolás de los Arroyos”, concluyó.

El decreto de Mons. Cardelli señala lo siguiente: “En virtud de todo lo afirmado, y como obispo diocesano facultado para este tipo de pronunciamiento; motivado por un sentido de conciencia justa, decreto con certidumbre moral, buena intención y esperanza; cumpliendo los requisitos del discernimiento sugeridos por la santa sede; buscando la mayor gloria de Dios y el bien de nuestra Iglesia; invocando el nombre de Dios Altísimo, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el nombre de María del Rosario de San Nicolás, el de su esposo San José, reconozco el carácter sobrenatural de los felices acontecimientos con los que Dios a través de su hija predilecta, Jesús por medio de su Santísima Madre, el Espíritu Santo por medio de su dilecta esposa, ha querido manifestarse amorosamente en nuestra diócesis”.

Decreto oficial:

https://www.facebook.com/obispadosn/photos/pcb.1030944980322495/1030944656989194/?type=3&theater


Breve historia

En el año 1983 algunos rosarios en las casas de la localidad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos se iluminaron sin explicación alguna. Al ver este hecho, una madre de familia de nombre Gladys Quiroga de Motta comenzó a rezarle a la Virgen que se le apareció el 25 de septiembre de ese año.

La vidente es una mujer sencilla, esposa, madre de dos hijas y abuela, que solo pudo cursar hasta el cuarto grado. No tenía mayores conocimientos bíblicos ni teológicos.

El pedido que le hizo María en las primeras apariciones fue buscar una imagen que había sido bendecida por un Papa y estaba olvidada en una iglesia.

La imagen en cuestión era de la Madre de Dios con el Niño en brazos que fue bendecida por el Papa León XIII cuando se inauguró la catedral. Fue encontrada, luego de las instrucciones de la Virgen, en el campanario del templo.

Desde el principio Gladys siempre estuvo a disposición de las autoridades de la Iglesia, compartió los mensajes de la Virgen y ahora vive de manera muy piadosa manteniendo siempre un perfil bajo.

El Obispo de San Nicolás por esos años, Mons. Domingo Salvador Castagna, aprobó la publicación y difusión de los mensajes de María del Rosario en San Nicolás y ordenó la construcción de un Santuario como la Virgen lo había solicitado, en donde cada año se realiza una multitudinaria peregrinación como la del pasado 22 de mayo.

Más información en: http://www.corazones.org/maria/nicolas_maria.htm

Cuando dejaron de transmitir los mensajes de la Virgen en 1990, Ella siguió transmitiendo en Salta.

Si se te apareciera la Virgen, ¿qué le pedirías?

Aquí puedes hacer lo mismo:

http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?Itemid=45

o entrar a la página principal y hacer clic al pie en "Pedido de oración"

Estas oraciones son presentadas a la Virgen que se aparece en Salta, Argentina.

Dios escucha mejor a quien está en Gracia (es más complicado escuchar a quien te está "apuñalando" o más bien crucificando con pecados mortales).

Pide la Gracia para poder perdonar a todos y para reconocer y arrepentirte de tus pecados (dolor, propósito de enmienda, de evitar ocasión y de confesarte... si hay pecado mortal, lo antes posible).

Dios escucha mejor lo que se pide para los demás, pero no dejes de pedir ser feliz, es decir ser santa/o, a través de la perfección en el amor cumpliendo la Divina Voluntad a cada instante.

Pide siempre según la Divina Voluntad, que siempre busca lo mejor para el alma de uno y de los demás.

No olvides de pedir por la vocación y la fidelidad de los Sacerdotes y religiosos: el universo depende de ellos.

Colabora con nuestra Madre, rezando el Rosario diario o mejor aún, con la oración perfecta: la Misa.

Cuando se cumpla tu petición, trata de peregrinar en acción de gracias al cerro de las apariciones.

Mensaje de 1990: "Hay que juntar el rebaño antes que oscurezca." Lleva a tus parientes ¡Es muy importante llevar a los niños (o sus fotos) para esa bendición especial!

Hay varios casos de curaciones inexplicables para la ciencia vinculadas a las apariciones actuales de la Virgen en Salta: hipoacusia (sordera), leucemia, escoliosis, convulsiones por enfermedad neurodegenerativa, problemas vasculares, posesión satánica, etc. Algunos testimonios:

Gracias Recibidas:
http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=16&Itemid=40&lang=es

Agradecimiento:
http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=15&Itemid=39&lang=es

Experiencias Vividas:
http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=17&Itemid=53&lang=es

“Felices los que creen sin ver”. Jn 20,29

¡Ay de los que trabajan contra la obra de Nuestra Señora! Isaías 5,20

(Esto no es un juicio definitivo, el cual sólo corresponde a la Iglesia)

Historia de las apariciones contada por la vidente, la Señora María Livia Galeano de Obeid, el 06/12/2009
http://www.gloria.tv/?media=122542

Hay gente que se cae llena de paz luego de la oración de intercesión:
https://www.youtube.com/watch?v=mC6iq982yso

Noticiero de Victor Sueiro sobre un milagro y las apariciones ACTUALES de la Virgen en Tres Cerritos, Salta, Argentina.
http://www.gloria.tv/?media=18771

PROGRAMA DE TV "TODOS SANTOS" SOBRE APARICIÓN MARIANA EN SALTA ARGENTINA

Película Documental - Aparición Mariana en Tres Cerritos Salta Argentina

Video:
http://www.youtube.com/watch?v=2wXOThC1NIM

INMACULADA MADRE DEL DIVINO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS ENTREVISTA AL PADRE RENE LAURENTIN
http://gloria.tv/media/VLn7VMEQ88Z

http://www.gloria.tv/?media=34566

Preguntas a la Señora María Livia Galeano de Obeid
22/08/2010 http://www.gloria.tv/?media=128875

23/08/2011 http://www.gloria.tv/?media=189049

Qué lindo poder preguntar a la Virgen por la situación de algún difunto (Cielo, purgatorio o infierno)… Favor de escuchar especialmente luego del minuto 100

Peregrinaciones de jóvenes
http://vimeo.com/73256407

Vigilias: http://www.vimeo.com/user10835128

En Salta la Virgen está dando una bendición especial para tiempos próximos muy difíciles: las catástrofes profetizadas en las apariciones aprobadas de Amsterdam y Akita (Japón), incluyendo el fuego del Cielo que matará a gran parte de la humanidad (la cuarta parte según la Virgen en Salta). Todo podría ocurrir en los próximos 30 años (o no).

No es el fin del mundo para el cual falta por lo menos 400 años. “Nadie sabe ni el día ni la hora” pero sabemos que deben cumplirse las profecías, como mojones/hitos de ruta: “id y anunciad el evangelio a TODAS las naciones”, profecías de San Juan Bosco, Santa Faustina, San Josemaría, Luisa Piccarreta, Nuestra Señora del Buen Suceso y Juan Pablo II y porque aún no se cumplieron las profecías del Apocalipsis.

Mensajes de la Virgen y de Jesús aprobados por el Arzobispo de Salta Monseñor Blanchoud (RIP) en:
http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=article&id=23&Itemid=85&lang=es

http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=article&id=21&Itemid=38

English: http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=article&id=23&Itemid=85&lang=en

PEREGRINACIONES

¡Es muy importante llevar a los niños (o sus fotos) para esa bendición especial ante los tiempos difíciles que se avecinan!
Por algo la Virgen dice: “Hay que juntar el rebaño antes que oscurezca.”

Súmate a las peregrinaciones desde todo el mundo (si conoces alguna más favor de informarnos).

La peregrinación comienza por rezar esto (preferentemente frente al Santísimo Sacramento):

Consagración al Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús

Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, yo confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a Tu Infinita Misericordia, porque ya se han agotado mis recursos humanos y ahora solo me cabe volverme con confianza a Tu Infinita Compasión, porque sé que Tu no desoirás mi suplica.

Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según Tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.

¡Toma Señor mi problema!.
¡Toma, mi corazón!.
¡ Yo confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !
¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !
¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !
Amén.

Consagración al Inmaculado Corazón de María
“PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA.
Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.
Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.
Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu compañía.
Bendita y alabada seas por siempre Madre mía.”
Amén.

La peregrinación comienza también por acercarte a algún grupo de oración:

Grupos de oración

http://www.peregrinacionsalta.com.ar/grupos_oracion.php

Peregrinaciones
Al cerro, se puede ir por los propios medios. No hace falta participar de una peregrinación en grupo, aunque es recomendable por la experiencia espiritual, las amistades y los grupos de oración que se forman.

Desde todos los puntos del mundo via Buenos Aires: www.peregrinacionsalta.com.ar

Argentina
Buenos Aires:
(+54 11) 4831-1204/ 4832- 1690 / 4382-8065 / 4381-5374 Fax: 4831- 3972
Cel. 15 4412-6418

contacto @peregrinacionsalta.com.ar

Abierta lunes, martes y jueves de 11 a 18 hs.

MALABIA 2363 PISO 12 G, entre Güemes y Charcas, Palermo.

Email: peregrinacionesmarianas @ yahoo.com.ar

Teléfonos: 01141156182//0111534482368

En San Isidro: 4719-7542

Zona norte (grupo el Buen Pastor): 4812-3287, 4735-0817 / 15 6 474-0364, 4735-0817 / 15 5 607 – 5403 peregrinacionelbuenpastor @gmail.com

Córdoba: www.cordobaciudad.com/virgendesalta/ o http://www.virgendesaltaviajes.com.ar

Entre Ríos: 011 4719-7542 patriciacamara4 @ hotmail.com

Posadas: (03752) 425087/431765

Rosario: 15 653 5221

Tucumán: cimsatucuman @arnetbiz.com.ar

03865 – 421100 / 03865 – 15553924 (Concepción)

0381 – 4304288 / 0381 – 155305700 (Tucumán)

0381 – 155657012 (Alberdi)

Jujuy: barbaraandreussi @ gmail.com

Paraguay: www.paraguayperegrino.org

Uruguay: www.peregrinacionsalta.com.uy

contacto @peregrinacionsalta.com.uy

Bolívar Baliñas 2620 apto. 103, entre Rbla. y Guipuzcoa. Montevideo

Tel./Fax.: 2711 0724 - Cel.: 099 552017

Horario de atención: martes, miércoles y viernes de 13 a 19hs.

Para consultar cuándo hay oración de intercesión: www.peregrinacionsalta.com.ar

Cel: 15 4412-6418 Tel: 4831-1204 / 4832-1690

Desde fuera de Argentina: anteponer +(54-9-11) al celular y +(54-11) a los teléfonos

Calendario de conferencias:
http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_jevents&view=cat&task=cat.listevents&Itemid=42&lang=es

Testimonios
http://www.inmaculadamadre-salta.org/obra/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=16&Itemid=87&lang=es

Se sugiere aprovechar para ir también a este evento: www.moralnet.org

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Unidos en el Corazón de la Sagrada Familia,
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lunes, 30 de mayo de 2016

Irene: madre por vocación que adoptó 58 niños


En plena Segunda Guerra Mundial, Irene Bertoni tenía 18 años y descubrió el llamado de Dios a ser madre por vocación, adoptó dos niños abandonados y con la bendición de su obispo fundó junto al sacerdote Zeno Saltini la obra católica Nomadelfia.

Mamma Irene vivió plenamente su llamado y falleció el 15 de mayo pasado, solemnidad de Pentecostés, a los 93 años de edad: fue la madre adoptiva de 58 hijos y ejemplo para decenas de mujeres que siguieron su camino.

Irene falleció en la casa que le donó el Beato Pablo VI en los años ´60. Cientos de personas, incluyendo el Cardenal Ennio Antonelli, asistieron al funeral que se realizó en la comunidad de Nomadelfia, fundada en 1948 y que actualmente está conformada por más de 50 familias que acogen a niños abandonados como sus propios hijos.

San Juan Pablo II visitó esta comunidad en 1989 y elogió su estilo de vida porque le recordaba al de los primeros cristianos. También han recibido la bendición del Papa Francisco.

El Obispo de Grosseto, Italia, Mons. Rodolfo Cetoloni, llevó las condolencias del Papa Francisco y dijo que con Irene “nació una forma nueva y profética de maternidad, aquella de las madres de vocación, mujeres que durante su existencia se han hecho cargo de niños que no han tenido ningún otro afecto, y ellas los hicieron crecer y los convirtieron en hombres y mujeres cristianos”.

El Obispo de Grosseto añadió que la “primera madre de Nomadelfia” tomó en serio la llamada del Evangelio a la “fecundidad de la vida, que es de todos, y el respeto por cada existencia (…) de la que se hizo cargo amándola y cuidando a los más pequeños, que son definidos hoy por el Papa Francisco como los ‘descartados’ de una sociedad que continúa marginando y excluyendo”.

“Debemos agradecer a Irene y a todas las madres de vocación por este servicio que Nomadelfia ha generado y ofrecido a nuestro tiempo”, expresó.

El diario L’Avvenire de la Conferencia Episcopal Italiana publicó las palabras de Elisa Tirabassi, bisnieta adoptiva de Irene que indicó que la misión de la vida de “madre de Nomadelfia” siempre fue hacer el bien.

También recordó que la cocina de su bisabuela “había un olor a café y el ambiente era relajado, como un lugar donde reinaba la calma y se vivía en paz”. Indicó que Irene los esperaba hasta tarde a que regresaran de trabajar y que se desvivía por atenderlos y que no les faltara nada.

“Finalmente, cuando la cena estaba servida, se sentaba frente a mí con su espléndida y desarmante sonrisa que iluminaba una cara de la cual parecían desaparecer todas las señales dejadas por el tiempo y por su intensa vida”, manifestó.

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jueves, 26 de mayo de 2016

5 claves de por qué el yoga es incompatible


El yoga está fundado en una filosofía y en una visión que no son compatibles con la fe cristiana. Las siguientes claves resumen las publicaciones de los especialistas Joel S. Peters y P. James Manjackal sobre el tema.

1. El yoga es una disciplina espiritual hindú y no solo posturas o ejercicios físicos

La palabra yoga deriva de la raíz sánscrita “yuj” que significa "unión”. El objetivo del yoga es unir el yo transitorio (temporal) o "jiva", con el (yo eterno) infinito o "Brahman", el concepto hindú de Dios.

Este dios no es un dios personal, sino que es una sustancia impersonal espiritual que es “uno con la naturaleza y el cosmos”. Brahman es una sustancia impersonal y divina que "impregna, envuelve y subyace en todo".

El yoga no es únicamente un conjunto de posturas y ejercicios físicos, sino que es una disciplina espiritual que pregona llevar el alma al “samadhi”, es decir, a aquel estado en el que lo natural y lo divino se convierten en uno, el hombre y Dios llegan a ser uno sin ninguna diferencia.

2. Es panteísta y por lo tanto incompatible con el cristianismo

El panteísmo es aquella visión según la cual el dios y el mundo son uno solo. En el hinduismo existe una realidad única y todo lo demás es una ilusión (o Maya), es decir, el universo es entendido como una energía eterna, divina y espiritual, donde todos los entes que existen -incluyendo los humanos- son sus extensiones.

El yoga es la vía que lleva al practicante (varón=yogi, mujer=yogini) con esta energía cósmica.

Por otro lado, en el cristianismo, a través de la revelación contenida en la Tradición y las Sagradas Escrituras se conoce la verdadera naturaleza del hombre como creación única de Dios hecho a su imagen y semejanza; y que ni el hombre ni el universo creados son divinos.

En el hinduismo, el bien y el mal son ilusorios (Maya), y por lo tanto, inexistentes. Mientras que en el cristianismo, el pecado significa una transgresión de la ley de Dios y el rechazo de nuestro verdadero bien; además, es inseparable para nuestra fe porque es la razón por la que necesitamos un Salvador. La Encarnación, la Vida, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesús son para los cristianos medios de salvación, es decir, para liberarnos del pecado y de sus consecuencias.

3. No se puede separar la espiritualidad hinduista de la práctica del yoga

Es un error creer que practicando yoga solo se conseguirán beneficios corporales sin ser afectado por su fundamento espiritual.

Esto se debe a que el yoga no trata esencialmente de la relajación o la flexibilidad, sino de utilizar los medios físicos para un fin espiritual.

Como explica el apologeta Michael Gleghorn, hay especialistas en yoga como Georg Feuerstein y Jeanine Miller, que al hablar sobre las posturas de esta práctica (asana) y de los ejercicios de respiración (pranayama), las señalan como algo más que solo otra forma de ejercicio: son “ejercicios psicosomáticos”, es decir, que el proceso de origen psíquico también tiene influencia en el cuerpo.

El reconocido investigador sobre yoga, Dave Fetcho, también señala que la filosofía oriental es interdependiente con la práctica del yoga:

“El yoga físico, según su definición clásica, es intrínseca y funcionalmente incapaz de ser separado de la metafísica de las religiones orientales. El practicante occidental que intente hacer esto lo está haciendo desde la ignorancia y en peligro, tanto desde el punto de vista del yogui como desde el punto de vista cristiano. (Yoga; 725:2)

4. La Iglesia Católica sí se ha pronunciado sobre el tema

En la “Carta a los obispos de la iglesia católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana” de 1989, la Congregación para la Doctrina de la Fe, si bien no condena expresamente el yoga, señala en el numeral 12que se debe tener prudencia con la práctica de "métodos orientales", inspirados en el hinduismo y el budismo:

"Propuestas u otras análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente cribadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de método, para evitar la caída en un pernicioso sincretismo".

En el numeral 14 se explica que la sola noción de que los seres humanos se unan “con una conciencia cósmica divina” contradice las enseñanzas de la Iglesia:

"Para aproximarse a ese misterio de la unión con Dios, que los Padres griegos llamaban divinización del hombre, y para comprender con precisión las modalidades en que se realiza, es preciso ante todo tener presente que el hombre es esencialmente criatura y como tal permanece para siempre, de tal forma que nunca será posible una absorción del yo humano en el Yo divino, ni siquiera en los más altos estados de gracia".

En el 2003, el Consejo Pontificio de la Iglesia Católica para el Diálogo Interreligioso publicó un documento titulado “Jesucristo: Portador del Agua de la Vida”, donde se ubica al yoga como una de las muchas prácticas de la New Age (Nueva Era), y que es “difícil de reconciliar con la doctrina y la espiritualidad cristianas”.

En el numeral 3 explica por qué el del yoga no ayuda a la meditación y oración cristiana:

"Para los cristianos, la vida espiritual consiste en una relación con Dios que se va haciendo cada vez más profunda con la ayuda de la gracia, en un proceso que ilumina también la relación con nuestros hermanos. La espiritualidad, para la Nueva Era, significa experimentar estados de conciencia dominados por un sentido de armonía y fusión con el Todo. Así, ‘mística’ no se refiere a un encuentro con el Dios trascendente en la plenitud del amor, sino a la experiencia provocada por un volverse sobre sí mismo, un sentimiento exultante de estar en comunión con el universo, de dejar que la propia individualidad se hunda en el gran océano del Ser".

5. El origen del yoga se remonta a los “vedas” y existe más de un tipo

Si bien sus orígenes se remontan a 5 mil años atrás y durante mucho tiempo sus principios fueron transmitidos oralmente, el yoga fue puesto por escrito e hizo su aparición en los 4 antiguos textos hindúes conocidos como los Vedas (después en los Upanishads).

Tiempo después, el pensador hindú Patañjali compiló y codificó todo el conocimiento del yoga en el Yoga Sutra, el texto de más autoridad sobre esta materia y reconocido por todas sus escuelas.

Patañjali explicó en sus escritos las 8 vías que guían las prácticas del yoga desde la ignorancia a la “iluminación” o unión con Brahman. Estas son: el autocontrol (yama), práctica religiosa (niyama), posturas (asana), ejercicios de respiración (pranayama), control de los sentidos (pratyahara), concentración o control mental (dharana), contemplación profunda (dhyana), iluminación (samadhi).

Es interesante observar que las posturas y los ejercicios de respiración que frecuentemente son considerados en Occidente como todo el Yoga, son los pasos 3 y 4 que buscan la unión con el llamado Brahman.

http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19891015_meditazione-cristiana_sp.html#_ednref16


CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

CARTA A LOS OBISPOS DE LA IGLESIA CATÓLICA
SOBRE ALGUNOS ASPECTOS DE LA MEDITACIÓN CRISTIANA*

(15 de octubre de 1989)

ÍNDICE

I. Introducción
II. La oración cristiana a la luz de la revelación
III. Modos erróneos de hacer oración
IV. El camino cristiano de la unión con Dios
V. Cuestiones de método
VI. Métodos psicofísicos-corpóreos
VII. «Yo soy el camino»

I. Introducción

1. El deseo de aprender a rezar de modo auténtico y profundo está vivo en muchos cristianos de nuestro tiempo, a pesar de las no pocas dificultades que la cultura moderna pone a las conocidas exigencias de silencio, recogimiento y oración. El interés que han suscitado en estos años diversas formas de meditación ligadas a algunas religiones orientales y a sus peculiares modos de oración, aun entre los cristianos, es un signo no pequeño de esta necesidad de recogimiento espiritual y de profundo contacto con el misterio divino. Sin embargo, frente a este fenómeno, también se siente en muchos sitios la necesidad de unos criterios seguros de carácter doctrinal y pastoral, que permitan educar en la oración, en cualquiera de sus manifestaciones, permaneciendo en la luz de la verdad, revelada en Jesús, que nos llega a través de la genuina tradición de la Iglesia.

La presente Carta intenta responder a esta necesidad, para que la pluralidad de formas de oración, algunas de ellas nuevas, nunca haga perder de vista su precisa naturaleza, personal y comunitaria, en las diversas Iglesias particulares. Estas indicaciones se dirigen en primer lugar a los obispos, a fin de que las hagan objeto de su solicitud pastoral en las Iglesias que les han sido confiadas y, de esta manera, se convoque a todo el pueblo de Dios —sacerdotes, religiosos y laicos— para que, con renovado vigor, oren al Padre mediante el Espíritu de Cristo nuestro Señor.

2. El contacto siempre más frecuente con otras religiones y con sus diferentes estilos y métodos de oración han llevado a que muchos fieles, en los últimos decenios, se interroguen sobre el valor que pueden tener para los cristianos formas de meditación no cristianas. La pregunta se refiere sobre todo a los métodos orientales[1]. Actualmente algunos recurren a tales métodos por motivos terapéuticos: la inquietud espiritual de una vida sometida al ritmo sofocante de la sociedad tecnológicamente avanzada, impulsa también a un cierto número de cristianos a buscar en ellos el camino de la calma interior y del equilibrio psíquico. Este aspecto psicológico no será considerado en la presente Carta, que más bien desea mostrar las implicaciones teológicas y espirituales de la cuestión. Otros cristianos, en la línea del movimiento de apertura e intercambio con religiones y culturas diversas, piensan que su misma oración puede ganar mucho con esos métodos. Al observar que no pocos métodos tradicionales de meditación, peculiares del cristianismo, en tiempos recientes han caído en desuso, éstos se preguntan: ¿no se podría enriquecer nuestro patrimonio, a través de una nueva educación en la oración, incorporando también elementos que hasta ahora eran extraños?

3. Para responder a esta pregunta, es necesario ante todo considerar, aunque sea a grandes rasgos, en qué consiste la naturaleza íntima de la oración cristiana, para ver luego si y cómo puede ser enriquecida con métodos de meditación nacidos en el contexto de religiones y culturas diversas. Para iniciar esta consideración se debe formular, en primer lugar, una premisa imprescindible: la oración cristiana está siempre determinada por la estructura de la fe cristiana, en la que resplandece la verdad misma de Dios y de la criatura. Por eso se configura, propiamente hablando, como un diálogo personal, íntimo y profundo, entre el hombre y Dios. La oración cristiana expresa, pues, la comunión de las criaturas redimidas con la vida íntima de las Personas trinitarias. En esta comunión, que se funda en el bautismo y en la eucaristía, fuente y culmen de la vida de Iglesia, se encuentra contenida una actitud de conversión, un éxodo del yo del hombre hacia el Tú de Dios. La oración cristiana es siempre auténticamente personal individual y al mismo tiempo comunitaria; rehúye técnicas impersonales o centradas en el yo, capaces de producir automatismos en los cuales, quien la realiza, queda prisionero de un espiritualismo intimista, incapaz de una apertura libre al Dios trascendente. En la Iglesia, la búsqueda legítima de nuevos métodos de meditación deberá siempre tener presente que el encuentro de dos libertades, la infinita de Dios con la finita del hombre, es esencial para una oración auténticamente cristiana.

II. La oración cristiana a la luz de la revelación

4. La misma Biblia enseña cómo debe rezar el hombre que recibe la revelación bíblica. En el Antiguo Testamento se encuentra una maravillosa colección de oraciones, mantenida viva a lo largo de los siglos en la Iglesia de Jesucristo, que se ha convertido en la base de la oración oficial: el Libro de los Salmos o Salterio[2]. Oraciones del tipo de los Salmos aparecen ya en textos más antiguos o resuenan en aquellos más recientes del Antiguo Testamento[3]. Las oraciones del Libro de los Salmos narran sobre todo las grandes obras de Dios con el pueblo elegido. Israel medita, contempla y hace de nuevo presentes las maravillas de Dios, recordándolas a través de la oración.

En la revelación bíblica, Israel llega a reconocer y alabar a Dios presente en toda la creación y en el destino de cada hombre. Le invoca, por ejemplo, como auxiliador en el peligro y la enfermedad, en la persecución y en la tribulación. Por último, siempre a la luz de sus obras salvíficas, le alaba en su divino poder y bondad, en su justicia y misericordia, en su infinita majestad.

5. En el Nuevo Testamento, la fe reconoce en Jesucristo —gracias a sus palabras, a sus obras, a su Pasión y Resurrección— la definitiva autorrevelación de Dios, la Palabra encarnada que revela las profundidades más íntimas de su amor. El Espíritu Santo hace penetrar en estas profundidades de Dios: enviado en el corazón de los creyentes, «todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios» (1 Cor 12). El Espíritu, según la promesa de Jesús a los discípulos, explicará todo lo que Cristo no podía decirles todavía. Pero el Espíritu «no hablará por su cuenta, … sino que me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros» (Jn 16, 13 s.). Lo que Jesús llama aquí «suyo» es, como explica a continuación, también de Dios Padre, porque «todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros» (Jn 16, 15).

Los autores del Nuevo Testamento, con pleno conocimiento, han hablado siempre de la revelación de Dios en Cristo dentro de una visión iluminada por el Espíritu Santo. Los Evangelios sinópticos narran las obras y las palabras de Jesucristo sobre la base de una comprensión más profunda, adquirida después de la Pascua, de lo que los discípulos habían visto y oído; todo el evangelio de Juan está iluminado por la contemplación de Aquel que, desde el principio, es el Verbo de Dios hecho carne; el apóstol Pablo, al que el Señor Jesús se apareció en el camino de Damasco en su majestad divina, intenta educar a los fieles para que puedan «comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad (del Misterio de Cristo) y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento», para que se vayan llenando «hasta la total Plenitud de Dios» (Ef 3, 18 s.); el Apóstol confiesa que el «Misterio de Dios es Cristo, en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia» (Col 2, 3) y —precisa—: «Os digo esto para que nadie os seduzca con discursos capciosos» (v. 4).

6. Existe, por tanto, una estrecha relación entre la revelación y la oración. La constitución dogmática Dei Verbum nos enseña que, mediante su revelación, Dios invisible, «movido de amor, habla a los hombres como amigos (cf. Ex 33, 11; Jn 15, 14-15), trata con ellos (cf. Bar 3, 38) para invitarlos y recibirlos en su compañía»[4].

Esta revelación se ha realizado a través de palabras y de obras que remiten siempre, recíprocamente, las unas a las otras; desde el principio y de continuo todo converge hacia Cristo, plenitud de la revelación y de la gracia, y hacia el don del Espíritu Santo que hace al hombre capaz de recibir y contemplar las palabras y las obras de Dios, y de darle gracias y adorarle, en la asamblea de los fieles y en la intimidad del propio corazón iluminado por la gracia divina.

Por este motivo la Santa Iglesia recomienda siempre la lectura de la Palabra de Dios como fuente de la oración cristiana; al mismo tiempo, exhorta a descubrir el sentido profundo de la Sagrada Escritura mediante la oración «para que se realice el diálogo de Dios con el hombre, pues “a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras”»[5].

7. De cuanto se ha recordado se siguen inmediatamente algunas consecuencias. Si la oración del cristiano debe inserirse en el movimiento trinitario de Dios, también su contenido esencial deberá necesariamente estar determinado por la doble dirección de ese movimiento: en el Espíritu Santo, el Hijo viene al mundo para reconciliarlo con el Padre, a través de sus obras y de sus sufrimientos; por otro lado, en el mismo movimiento y en el mismo Espíritu, el Hijo encarnado vuelve al Padre, cumpliendo su voluntad mediante la Pasión y la Resurrección. El «Padrenuestro», la oración de Jesús, indica claramente la unidad de este movimiento: la voluntad del Padre debe realizarse en la tierra como en el cielo (las peticiones de pan, de perdón, de protección, explicitan las dimensiones fundamentales de la voluntad de Dios hacia nosotros) para que una nueva tierra viva y crezca en la Jerusalén celestial.

La oración del Señor Jesús[6] ha sido entregada a la Iglesia («así debéis rezar vosotros», Mt 6, 9); por esto, la oración cristiana, incluso hecha en soledad, tiene lugar siempre dentro de aquella «comunión de los santos» en la cual y con la cual se reza, tanto en forma pública y litúrgica como en forma privada. Por tanto, debe realizarse siempre en el espíritu auténtico de la Iglesia en oración y, como consecuencia, bajo su guía, que puede concretarse a veces en una dirección espiritual experimentada. El cristiano, también cuando está solo y ora en secreto, tiene la convicción de rezar siempre en unión con Cristo, en el Espíritu Santo, junto con todos los santos para el bien de la Iglesia[7].

III. Modos erróneos de hacer oración

8. Ya en los primeros siglos se insinuaron en la Iglesia modos erróneos de hacer oración, de los cuales se encuentran trazas en algunos textos del Nuevo Testamento (cf. 1 Jn 4, 3; 1 Tim 1, 3-7 y 4, 3-4). Poco después, aparecen dos desviaciones fundamentales de las que se ocuparon los Padres de la Iglesia: la pseudognosis y el mesalianismo. De esa primitiva experiencia cristiana y de la actitud de los Padres se puede aprender mucho para afrontar los problemas presentes.

Contra la desviación de la pseudognosis[8], los Padres afirman que la materia ha sido creada por Dios y, como tal, no es mala. Además sostienen que la gracia, cuyo principio es siempre el Espíritu Santo, no es un bien natural del alma, sino que debe implorarse a Dios como don. Por esto, la iluminación o conocimiento superior del Espíritu —«gnosis»—no hace superflua la fe cristiana. Por último, para los Padres, el signo auténtico de un conocimiento superior, fruto de la oración, es siempre la caridad cristiana.

9. Si la perfección de la oración cristiana no puede valorarse por la sublimidad del conocimiento gnóstico, tampoco puede serlo en relación con la experiencia de lo divino, como propone el mesalianismo[9]. Los falsos carismáticos del siglo IV identificaban la gracia del Espíritu Santo con la experiencia psicológica de su presencia en el alma. Contra éstos, los Padres insistieron en que la unión del alma orante con Dios tiene lugar en el misterio; en particular, por medio de los sacramentos de la Iglesia, y además esta unión puede realizarse también a través de experiencias de aflicción e incluso de desolación; contrariamente a la opinión de los mesalianos, éstas no son necesariamente un signo de que el Espíritu ha abandonado el alma, sino que, como siempre han reconocido los maestros espirituales, pueden ser una participación auténtica del estado de abandono de nuestro Señor en la cruz, el cual permanece siempre como Modelo y Mediador de la oración[10].

10. Ambas formas de error continúan siendo una tentación para el hombre pecador, al que instigan para que trate de suprimir la distancia que separa la criatura del Creador, como algo que no debería existir; para que considere el camino de Cristo sobre la tierra, por el que Él nos quiere conducir al Padre, como una realidad superada; para que degrade o equipare al nivel de la psicología natural, como «conocimiento superior» o «experiencia», lo que se da como pura gracia.

Estas formas erróneas, que resurgen esporádicamente a lo largo de la historia al margen de la oración de la Iglesia, parecen hoy impresionar nuevamente a muchos cristianos, al presentarse como un remedio psicológico y espiritual, y como rápido procedimiento para encontrar a Dios[11].

11. Pero estas formas erróneas, donde quiera que surjan, pueden ser descubiertas de modo muy sencillo. La meditación cristiana busca captar, en las obras salvíficas de Dios, en Cristo, Verbo encarnado, y en el don de su Espíritu, la profundidad divina, que se revela en el mismo Cristo siempre a través de la dimensión humana y terrena. Por el contrario, en aquellos métodos de meditación, incluso cuando se parte de palabras y hechos de Jesús, se busca prescindir lo más posible de lo que es terreno, sensible y conceptualmente limitado, para subir o sumergirse en la esfera de lo divino, que, en cuanto tal, no es ni terrestre, ni sensible, ni conceptualizable[12]. Esta tendencia, presente ya en la tardía religiosidad griega (sobre todo en el «neoplatonismo»), se vuelve a encontrar en la base de la inspiración religiosa de muchos pueblos, en cuanto que reconocieron el carácter precario de sus representaciones de lo divino y de sus tentativas de acercarse a él.

12. Con la actual difusión de los métodos orientales de meditación en el mundo cristiano y en las comunidades eclesiales, nos encontramos ante un poderoso intento, no exento de riesgos y errores, de mezclar la meditación cristiana con la no cristiana. Las propuestas en este sentido son numerosas y más o menos radicales: algunas utilizan métodos orientales con el único fin de conseguir la preparación psicofísica para una contemplación realmente cristiana; otras van más allá y buscan originar, con diversas técnicas, experiencias espirituales análogas a las que se mencionan en los escritos de ciertos místicos católicos[13]; otras incluso no temen colocar aquel absoluto sin imágenes y conceptos, propio de la teoría budista[14], en el mismo plano de la majestad de Dios, revelada en Cristo, que se eleva por encima de la realidad finita; para tal fin, se sirven de una «teología negativa» que trascienda cualquier afirmación que tenga algún contenido sobre Dios, negando que las criaturas del mundo puedan mostrar algún vestigio, ni siquiera mínimo, que remita a la infinitud de Dios. Por esto, proponen abandonar no sólo la meditación de las obras salvíficas que el Dios de la Antigua y Nueva Alianza ha realizado en la historia, sino también la misma idea de Dios, Uno y Trino, que es Amor, en favor de una inmersión «en el abismo indeterminado de la divinidad»[15].

Estas propuestas u otras análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales deberán ser continuamente examinadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de métodos, para evitar la caída en un pernicioso sincretismo.

IV. El camino cristiano de la unión con Dios

13. Para encontrar el justo «camino» de la oración, el cristiano debe considerar lo que se ha dicho precedentemente a propósito de los rasgos relevantes del camino de Cristo, cuyo «alimento es hacer la voluntad del que (le) ha enviado y llevar a cabo su obra» (Jn 4, 34). El Señor Jesús no tiene una unión más interior y más estrecha con el Padre que ésta, por la cual permanece continuamente en una profunda oración; pues la voluntad del Padre lo envía a los hombres, a los pecadores; más aún, a los que le matarán; y no se puede unir más íntimamente al Padre que obedeciendo a esa voluntad. Sin embargo, eso de ninguna manera impide que, en el camino terreno, se retire también a la soledad para orar, para unirse al Padre y recibir de Él nuevo vigor para su misión en el mundo. Sobre el Tabor, donde su unión con el Padre aparece de manera manifiesta, se predice su Pasión (cf. Lc 9, 31) y allí ni siquiera se considera el deseo de permanecer en «tres tiendas» sobre el monte de la Transfiguración. Toda oración contemplativa cristiana remite constantemente al amor del prójimo, a la acción y a la pasión, y, precisamente de esa manera, acerca más a Dios.

14. Para aproximarse a ese misterio de la unión con Dios, que los Padres griegos llamaban divinización del hombre, y para comprender con precisión las modalidades en que se realiza, es preciso ante todo tener presente que el hombre es esencialmente criatura[16] y como tal permanecerá para siempre, de manera que nunca será posible una absorción del yo humano en el Yo divino, ni siquiera en los más altos estados de gracia. Pero se debe reconocer que la persona humana es creada «a imagen y semejanza» de Dios, y el arquetipo de esta imagen es el Hijo de Dios, en el cual y para el cual hemos sido creados (cf. Col 1, 16). Ahora bien, este arquetipo nos descubre el más grande y bello misterio cristiano: el Hijo es desde la eternidad «otro» respecto al Padre, y, sin embargo, en el Espíritu Santo, es «de la misma sustancia»: por consiguiente, el hecho de que haya una alteridad no es un mal, sino más bien el máximo de los bienes. Hay alteridad en Dios mismo, que es una sola naturaleza en tres Personas y hay alteridad entre Dios y la criatura, que son por naturaleza diferentes. Finalmente, en la sagrada eucaristía, como también en los otros sacramentos —y análogamente en sus obras y palabras—, Cristo se nos da a sí mismo y nos hace partícipes de su naturaleza divina[17], sin que destruya nuestra naturaleza creada, de la que él mismo participa con su encarnación.

15. Si se consideran en conjunto estas verdades, se descubre, con gran sorpresa, que en la realidad cristiana se cumplen, por encima de cualquier medida, todas las aspiraciones presentes en la oración de las otras religiones, sin que, como consecuencia, el yo personal y su condición de criatura se anulen y desaparezcan en el mar del Absoluto. «Dios es Amor» (1 Jn 4, 8): esta afirmación profundamente cristiana puede conciliar la unión perfecta con la alteridad entre amante y amado, el eterno intercambio con el eterno diálogo. Dios mismo es este eterno intercambio, y nosotros podemos verdaderamente convertirnos en partícipes de Cristo, como «hijos adoptivos», y gritar con el Hijo en el Espíritu Santo: «Abba, Padre». En este sentido, los Padres tienen toda la razón al hablar de divinización del hombre que, incorporado a Cristo Hijo de Dios por naturaleza, se hace, por su gracia, partícipe de la naturaleza divina, «hijo en el Hijo». El cristiano, al recibir al Espíritu Santo, glorifica al Padre y participa realmente en la vida trinitaria de Dios.

V. Cuestiones de método

16. La mayor parte de las grandes religiones que han buscado la unión con Dios en la oración han indicado también caminos para conseguirla. Como «la Iglesia católica nada rechaza de lo que, en estas religiones, hay de verdadero y santo»[18], no se deberían despreciar sin previa consideración estas indicaciones, por el mero hecho de no ser cristianas. Se podrá, al contrario, tomar de ellas lo que tienen de útil, a condición de mantener la concepción cristiana de la oración, su lógica y sus exigencias, porque sólo dentro de esta totalidad esos fragmentos podrán ser reformados y asumidos. Entre éstos, se puede enumerar en primer lugar la humilde aceptación de un maestro experimentado en la vida de oración que conozca sus normas, según la conocida y constante experiencia de los cristianos desde los tiempos antiguos, ya en la época de los Padres del desierto. Este maestro, experto en el «sentire cum ecclesia», debe no sólo dirigir y llamar la atención sobre ciertos peligros, sino también, como «padre espiritual», introducir con espíritu encendido, de corazón a corazón, por así decir, en la vida de oración, que es don del Espíritu Santo.

17. El final de la Antigüedad no cristiana distinguía tres estados en la vida de perfección: el primero, de la purificación; el secundo, de la iluminación, y el tercero, de la unión. Esta doctrina ha servido de modelo para muchas escuelas de espiritualidad cristiana. Este esquema, en sí mismo válido, necesita sin embargo algunas precisiones que permitan su correcta interpretación cristiana, evitando peligrosas confusiones y malentendidos.

18. La búsqueda de Dios mediante la oración debe ser precedida y acompañada de la ascesis y de la purificación de los propios pecados y errores, porque, según la palabra de Jesús, solamente «los limpios de corazón verán a Dios» (Mt 5, 8). El Evangelio señala sobre todo una purificación moral de la falta de verdad y de amor y, sobre un plano más profundo, de todos los instintos egoístas que impiden al hombre reconocer y aceptar la voluntad de Dios en toda su integridad. En contra de lo que pensaban los estoicos y neoplatónicos, las pasiones no son, en sí mismas, negativas, sino que es negativa su tendencia egoísta y, por tanto, el cristiano debe liberarse de ella para llegar a aquel estado de libertad positiva que la Antigüedad cristiana llama «apatheia», el Medioevo «impassibilitas» y los Ejercicios Espirituales ignacianos «indiferencia»[19]. Esto es imposible sin una radical abnegación, como se ve también en San Pablo, que usa abiertamente la palabra «mortificación» (de las tendencias pecaminosas) [20]. Sólo esta abnegación hace al hombre libre para realizar la voluntad de Dios y participar en la libertad del Espíritu Santo.

19. Por consiguiente, la doctrina de aquellos maestros que recomiendan «vaciar» el espíritu de toda representación sensible y de todo concepto, deberá ser correctamente interpretada, manteniendo sin embargo una actitud de amorosa atención a Dios, de tal forma que permanezca, en la persona que hace oración, un vacío susceptible de llenarse con la riqueza divina. El vacío que Dios exige es el rechazo del propio egoísmo, no necesariamente la renuncia a las cosas creadas que nos ha dado y entre las cuales nos ha colocado. No hay duda de que en la oración hay que concentrarse enteramente en Dios y excluir lo más posible aquellas cosas de este mundo que nos encadenan a nuestro egoísmo. En este punto, San Agustín es un maestro insigne. Si quieres encontrar a Dios, dice, desprecia el mundo exterior y entra en ti mismo; sin embargo, prosigue, no te quedes allí, sino sube por encima de ti mismo, porque tú no eres Dios: Él es más profundo y grande que tú. «Busco en mi alma su sustancia y no la encuentro; sin embargo, he meditado en la búsqueda de Dios y, empujado hacia Él a través de las cosas creadas, he intentado conocer sus “perfecciones invisibles” (Rm 1, 20)»[21]. «Quedarse en sí mismo»: he aquí el verdadero peligro. El gran Doctor de la Iglesia recomienda concentrarse en sí mismo, pero también trascender el yo que no es Dios, sino sólo una criatura. Dios es «interior intimo meo, et superior summo meo»[22]. Efectivamente, Dios está en nosotros y con nosotros, pero nos trasciende en su misterio[23].

20. Desde el punto de vista dogmático, es imposible llegar al amor perfecto de Dios si se prescinde de su autodonación en el Hijo encarnado, crucificado y resucitado. En Él, bajo la acción del Espíritu Santo, participamos, por pura gracia, de la vida intradivina. Cuando Jesús dice: «El que me ha visto a mí ha visto al Padre» (Jn 14, 9), no se refiere simplemente a la visión y al conocimiento exterior de su figura humana («la carne no sirve para nada», Jn 6, 63). Lo que entiende con ello es más bien un «ver» hecho posible por la gracia de la fe: ver a través de su manifestación sensible lo que el Señor Jesús, como Verbo del Padre, quiere verdaderamente mostrarnos de Dios («El Espíritu es el que da la vida […]; las palabras que os he dicho son espíritu y vida», ibid.). En este «ver» no se trata de una abstracción puramente humana («abs-tractio») de la figura en la que Dios se ha revelado, sino de captar la realidad divina en la figura humana de Jesús, de captar su dimensión divina y eterna en su temporalidad. Como dice San Ignacio en los Ejercicios Espirituales, deberíamos intentar captar «la infinita suavidad y dulzura de la divinidad» (n. 124), partiendo de la finita verdad revelada en la que habíamos comenzado. Mientras nos eleva, Dios libremente puede «vaciarnos» de todo lo que nos ata en este mundo, de atraernos completamente a la vida trinitaria de su caridad eterna. Sin embargo, este don puede ser concedido sólo «en Cristo a través del Espíritu Santo» y no por nuestras propias fuerzas, prescindiendo de su revelación.

21. En el camino de la vida cristiana, después de la purificación sigue la iluminación mediante la caridad que el Padre nos da en el Hijo y la unción que de Él recibimos en el Espíritu Santo (cf. 1 Jn 2, 20). Desde la antigüedad cristiana se hace referencia a la «iluminación» recibida en el bautismo. Ésta introduce a los fieles, iniciados en los divinos misterios, en el conocimiento de Cristo, mediante la fe que opera por medio de la caridad. Es más, algunos escritores eclesiásticos hablan explícitamente de la iluminación recibida en el bautismo como fundamento de aquel sublime conocimiento de Cristo Jesús (cf. Flp 3, 8) que viene definido como «theoria» o contemplación[24].

Los fieles, por la gracia del bautismo, están llamados a progresar en el conocimiento y en el testimonio de las misterios de la fe, «por la comprensión interior de las realidades espirituales que experimentan»[25]. Ninguna luz divina hace que las verdades de la fe queden superadas. Por el contrario, las eventuales gracias de iluminación que Dios pueda conceder ayudan a aclarar la dimensión más profunda de los misterios confesados y celebrados por la Iglesia, en espera de que el cristiano pueda contemplar a Dios en la gloria tal y como es (cf. 1 Jn 3, 2).

22. Finalmente, el cristiano que hace oración puede llegar, si Dios lo quiere, a una experiencia particular de unión. Los sacramentos, sobre todo el bautismo y la eucaristía[26], son el comienzo real de la unión del cristiano con Dios. Sobre este fundamento, por una especial gracia del Espíritu, quien ora puede ser llamado a aquel particular tipo de unión con Dios que, en el ámbito cristiano, viene calificado como mística.

23.Ciertamente, el cristiano tiene necesidad de determinados tiempos para retirarse en la soledad, para meditar y para encontrar su camino en Dios; pero, dado su carácter de criatura, y de criatura consciente de no estar seguro sino por la gracia, su modo de acercarse a Dios no se fundamenta en una técnica, en el sentido estricto de la palabra, porque esto iría en contra de la infancia espiritual que predica el Evangelio. La auténtica mística cristiana nada tiene que ver con la técnica: es siempre un don de Dios, del cual se siente indigno quien lo recibe[27].

24.Hay determinadas gracias místicas, por ejemplo, las conferidas a los fundadores de instituciones eclesiales en favor de toda su fundación, así como a otros santos, que caracterizan su peculiar experiencia de oración y no pueden, como tales, ser objeto de imitación y aspiración para otros fieles, aunque pertenezcan a la misma institución y estén deseosos de una oración siempre más perfecta[28]. Pueden existir diversos niveles y modalidades de participación en la experiencia de oración de un fundador, sin que a todos deba ser conferida con idénticas características. Por otra parte, la experiencia de oración, que ocupa un puesto privilegiado en todas las instituciones auténticamente eclesiales antiguas y modernas, constituyen siempre, en último término, algo personal, ya que Dios da sus gracia a la persona en orden a la oración.

25. A propósito de la mística, se debe distinguir entre los dones del Espíritu Santo y los carismas concedidos en modo totalmente libre por Dios. Los primeros son algo que todo cristiano puede reavivar en sí mismo a través de una vida solícita de fe, de esperanza y de caridad y, de esa manera, llegar a una cierta experiencia de Dios y de los contenidos de la fe, por medio de una seria ascesis; en cuanto a los carismas, san Pablo dice que existen sobre todo en favor de la Iglesia, de los otros miembros del Cuerpo místico de Cristo (cf. 1 Cor 12, 7). Al respecto hay que recordar, por una parte, que los carismas no se pueden identificar con los dones extraordinarios «místicos» (cf. Rm 12, 3-21); por otra, que la distinción entre «dones del Espíritu Santo» y «carismas» no es tan estricta. Un carisma fecundo para la Iglesia no puede ejercitarse, en el ámbito neotestamentario, sin un determinado grado de perfección personal; por otra parte, todo cristiano «vivo» posee una tarea peculiar (y en este sentido un «carisma») «para la edificación del Cuerpo de Cristo» (cf. Ef 4, 15-16)[29], en comunión con la jerarquía católica, a la cual «compete ante todo no sofocar el Espíritu, sino probarlo todo y retener lo que es bueno» (LG 12).

VI. Métodos psicofísicos-corpóreos

26. La experiencia humana demuestra que la posición y la actitud del cuerpo no dejan de tener influencia sobre el recogimiento y la disposición del espíritu, por lo cual algunos escritores espirituales del Oriente y del Occidente cristiano le han prestado atención.

Sus reflexiones, aun presentando puntos en común con los métodos orientales no cristianos de meditación, evitan aquellas exageraciones o visiones unilaterales que, en cambio, con frecuencia se proponen hoy día a personas insuficientemente preparadas.

Los autores espirituales han adoptado aquellos elementos que facilitan el recogimiento en la oración, reconociendo al mismo tiempo su valor relativo: son útiles si se conforman y se orientan a la finalidad de la oración cristiana[30]. Por ejemplo, el ayuno cristiano posee ante todo el significado de un ejercicio de penitencia y de abstinencia, pero, ya para los Padres, estaba también orientado a hacer más disponible al hombre para el encuentro con Dios y al cristiano más capaz de dominio de sí mismo y, simultáneamente, más atento a los hermanos necesitados.

En la oración, el hombre entero debe entrar en relación con Dios y, por consiguiente, también su cuerpo debe adoptar la postura más propicia al recogimiento[31]. Tal posición puede expresar simbólicamente la misma oración, variando según las culturas y la sensibilidad personal. En algunos lugares, los cristianos están adquiriendo hoy una mayor conciencia de cómo puede favorecer la oración una determinada actitud del cuerpo.

27. La meditación cristiana de Oriente[32] ha valorizado el simbolismo psicofísico, que a menudo falta en la oración de Occidente. Este simbolismo puede ir desde una determinada actitud corpórea hasta las funciones vitales fundamentales, como la respiración o el latido cardíaco. El ejercicio de la «oración del Señor Jesús» por ejemplo, que se adapta al ritmo respiratorio natural, puede, al menos por un cierto tiempo, servir de ayuda real para muchos[33]. Por otra parte, los mismos maestros orientales han constatado también que no todos son igualmente idóneos para hacer uso de este simbolismo, porque no todas las personas están en condiciones de pasar del signo material a la realidad espiritual que se busca. El simbolismo, comprendido en modo inadecuado e incorrecto, puede incluso convertirse en un ídolo y, como consecuencia, en un impedimento para la elevación del espíritu a Dios. Vivir en el ámbito de la oración toda la realidad del propio cuerpo como símbolo es todavía más difícil: puede degenerar en un culto al mismo y hacer que se identifiquen subrepticiamente todas sus sensaciones con experiencias espirituales.

28. Algunos ejercicios físicos producen automáticamente sensaciones de quietud o de distensión, sentimientos gratificantes y, quizá, hasta fenómenos de luz y calor similares a un bienestar espiritual. Confundirlos con auténticas consolaciones del Espíritu Santo sería un modo totalmente erróneo de concebir el camino espiritual; atribuirles significados simbólicos típicos de la experiencia mística, cuando la actitud moral del interesado no se corresponde con ella, representaría una especie de esquizofrenia mental que puede conducir incluso a disturbios psíquicos y, en ocasiones, a aberraciones morales.

Esto no impide que auténticas prácticas de meditación provenientes del Oriente cristiano y de las grandes religiones no cristianas, que ejercen un atractivo sobre el hombre de hoy, alienado y turbado, puedan constituir un medio adecuado para ayudar a la persona que hace oración a estar interiormente distendida delante de Dios, aunque le urjan las solicitaciones exteriores.

Sin embargo, es preciso recordar que la unión habitual con Dios, o esa actitud de vigilancia interior y de invocación de la ayuda divina que en el Nuevo Testamento viene llamada la «oración continua»[34], no se interrumpe necesariamente ni siquiera cuando hay que dedicarse, según la voluntad de Dios, al trabajo y al cuidado del prójimo, según exhorta el Apóstol: «Ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios» (1 Cor 10, 31). Efectivamente, la oración auténtica, como sostienen los grandes maestros espirituales, suscita en los que la practican una ardiente caridad que los empuja a colaborar en la misión de la Iglesia y al servicio de sus hermanos para mayor gloria de Dios[35].

VII. «Yo soy el camino»

29. Todo fiel debe buscar y puede encontrar el propio camino, el propio modo de hacer oración, en la variedad y riqueza de la oración cristiana enseñada por la Iglesia; pero todos estos caminos personales confluyen, al final, en aquel camino al Padre, que Jesucristo ha proclamado que es Él mismo. En la búsqueda del propio camino, cada uno se dejará, pues, conducir no tanto por sus gustos personales cuanto por el Espíritu Santo, que le guía, a través de Cristo, al Padre.

30. En todo caso, para quien se empeña seriamente vendrán tiempos en los que le parecerá vagar en un desierto sin «sentir» nada de Dios a pesar de todos sus esfuerzos. Debe saber que estas pruebas no se le ahorran a ninguno que tome en serio la oración. Pero no debe identificar inmediatamente esta experiencia, común a todos los cristianos que rezan, con la «noche oscura» mística. De todas maneras, en aquellos períodos debe esforzarse firmemente por mantener la oración, que, aunque podrá darle la impresión de una cierta «artificiosidad», se trata en realidad de algo completamente diverso: es precisamente entonces cuando la oración constituye una expresión de su fidelidad a Dios, en presencia del cual quiere permanecer incluso a pesar de no ser recompensado por ninguna consolación subjetiva.

En esos momentos aparentemente negativos se muestra lo que busca realmente quien hace oración: si busca a Dios, que, en su infinita libertad, siempre lo supera, o si se busca sólo a sí mismo, sin lograr ir más allá de las propias «experiencias», ya le parezcan experiencias positivas de unión con Dios, ya le parezcan negativas de «vacío» místico.

31. La caridad de Dios, único objeto de la contemplación cristiana, es una realidad de la cual uno no se puede «apropiar» con ningún método o técnica: es más, debemos tener siempre la mirada fija en Jesucristo, en quien la caridad divina ha llegado por nosotros a tal punto sobre la cruz, que también Él ha asumido para sí la condición de abandonado por el Padre (cf. Mc 15, 34). Debemos, pues, dejar decidir a Dios la manera con que quiere hacernos partícipes de su amor. Pero no debemos intentar jamás, en modo alguno, ponernos al mismo nivel del objeto contemplado, el amor libre de Dios, ni siquiera cuando, por la misericordia de Dios Padre, mediante el Espíritu Santo enviado a nuestros corazones, se nos da gratuitamente en Cristo un reflejo sensible de este amor divino y nos sentimos como atraídos por la verdad, la bondad y la belleza del Señor.

Cuanto más se le concede a una criatura acercarse a Dios, tanto más crece en ella la reverencia delante del Dios tres veces Santo. Se comprende entonces la palabra de san Agustín: «Tú puedes llamarme amigo, yo me reconozco siervo»[36], o bien la palabra, para nosotros aún más familiar, pronunciada por aquella a quien Dios ha gratificado con la mayor y más alta familiaridad: «Ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava» (Lc 1, 48).

El Sumo Pontífice Juan Pablo II, durante una audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto, ha aprobado esta carta, decidida en reunión plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ha ordenado su publicación.

Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el día 15 de octubre de 1989, fiesta de Santa Teresa de Jesús.

Joseph Cardenal Ratzinger
Prefecto


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lunes, 16 de mayo de 2016

Lima, Argentina: La parroquia de las calzas prohibidas


Un Sacerdote prohibió a las mujeres usar jeans y calzas ajustadas en la iglesia.

El párroco de Lima, en la provincia de Buenos Aires, pegó un cartel en la puerta de la parroquia donde detalla las prendas que están vedadas y las que son “vestimenta cristiana femenina”.

Carta de un catequista

Le escribo con el objetivo de que se conozca el caso de nuestro cura párroco que por estos días está siendo linchado mediáticamente en todos los medios locales y nacionales por promover la castidad y el pudor en la feligresía católica del pueblo de Lima, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Quisiera que se conozca la verdad a través de un medio como Infocatólica que es objetivo y justo y que el ejemplo de este sacerdote sirva para que otros sacerdotes se animen a salir de la tibieza y defiendan la Eucaristía, defiendan la Casa de Dios y ayuden a recuperar el sentido de lo que es sagrado. Todo lo que le voy a relatar lo puede confirmar en los enlaces adjuntos:

Desde hace mucho tiempo el Padre Carlos Scarlata y un grupo de fieles hemos estado preocupados por las constantes y frecuentes faltas de respeto a la casa de Dios y a la Eucaristía por parte de algunos fieles, principalmente mujeres, que con sus vestimentas sumamente provocativas ofenden al Santísimo y son ocasión de tentación para los hombres que asisten a la Misa. El Párroco pidió en repetidas ocasiones asistir al templo modestamente vestidos, sobre todo a las mujeres. Este verano pasado (diciembre 2015-enero-febrero 2016) fue insoportable la audacia de las modas de las “cristianas” al punto que el Párroco y algunos fieles tuvimos que colocar carteles muy específicos indicando la vestimenta no permitida dentro del templo. Estos son los carteles que desataron la ira de una parte de la población.


Algunas mujeres hicieron caso omiso a las homilías y a los carteles, por lo que el párroco, con el apoyo de algunos fieles, comenzó a pedir muy discretamente a algunas mujeres que se retiraran del templo, fueran a su casa a cambiarse y luego volvieran. Esto generó reacciones diversas, la mayoría aceptó la corrección fraterna pero un pequeño grupo se molestó y persistió en su conducta, incluidas algunas “catequistas”. Esa conducta se presentó también en las niñas que asisten a la catequesis, a las cuales sus madres las visten frecuentemente con calzas, pantalones cortos, ropas ajustadas, etc. El problema más serio comenzó cuando algunos catequistas preocupados del tema, con el apoyo del sacerdote, exigieron a las madres mandar a sus hijas vestidas decorosamente. Esa condición generó quejas de un pequeño grupo de madres que se negaron en reiteradas ocasiones a acatar la regla. El conflicto más grave se generó porque un grupo de madres comenzó a pedir a través de las redes sociales que destituyan al párroco y no conformes con eso, llamaron a medios locales para calumniar al sacerdote y para pedir su remoción, tal como lo pueden ver en los siguientes enlaces:

http://impactolocal.com.ar/2016/05/08/sacerdote-prohibe-la-entrada-a-la-iglesia-a-ninas-con-calzas-o-jeans-y-un-grupo-de-madres-piden-su-destitucion/

http://www.enlacecritico.com/destacados/que-pasa-en-la-parroquia-de-lima-un-cura-en-el-centro-de-las-criticas-estamos-alarmados-dicen-los-vecinos 

Y como Usted sabe, una vez que la noticia sube a la nube todo se desata más rápidamente. No demoró más que unas horas para que medios nacionales vieran la oportunidad de obtener rating con la noticia, porque escándalos que envuelvan a sacerdotes católicos “vende”. En pocas horas la parroquia se vio acosada de periodistas. Y por supuesto que el enfoque de los medios fue tendencioso, calumniador, parcial y condenatorio en contra del pobre sacerdote, tal como se puede ver en los siguientes enlaces:

http://www.clarin.com/sociedad/Zarate-prohibe-mujeres-iglesia-calzas_0_1573642668.html

http://tn.com.ar/sociedad/una-iglesia-con-derecho-de-admision_672410

Pero la peor noticia no vino de afuera de la Iglesia sino de adentro, con mucho estupor le tengo que comentar la postura pública que ha adoptado nuestro Obispo Pedro Laxague, donde ha dicho a los medios que “La iglesia tiene las puertas abiertas para todos, recibir y dejar entrar a todos para poder atenderlos sin discriminar a nadie. Lo que mira Jesús es el corazón de la persona que se acerca a él, el Señor jamás se va a fijar en las vestimentas“. Para escuchar o leer las declaraciones completas ver en los siguientes enlaces:

http://www.youtube.com/watch?v=LPOOzxVDWhE

http://www.aica.org/23129-mons-laxague-la-iglesia-tiene-las-puertas-abiertas-para-todos.html


El Obispo ha ordenado retirar los carteles “discriminatorios” e indicó que no deben ponerse cosas similares en los templos. Calificó la colocación de los carteles como “totalmente desubicado”. Tal vez el Obispo no se ha enterado pero la desautorización pública que ha hecho del sacerdote ha desatado el envalentonamiento de una parte de la población (le han comenzado a gritar “pedófilo” en la calle) al punto tal que la policía se ha puesto a disposición del cura en caso que sea necesario y un locutor de radio le recomendó que suspenda los actos públicos con motivo de las fiestas patronales para evitar brotes de violencia hacia su persona.

Por último le comento que hemos pedido audiencia al Obispo para contarle la verdad. Al momento de redacción de esta carta llevó ya 5 días esperando una respuesta y lo único que recibí ha sido un correo de su secretaria remitiéndome un texto con las declaraciones del Obispo sin indicar claramente si voy a ser recibido.

No he podido conciliar las instrucciones pastorales de nuestro Obispo con lo dicho en la Palabra de Dios en:

1 Timoteo 2
9 Así mismo que las mujeres, vestidas decorosamente, se adornen con pudor y modestia, no con trenzas ni con oro o perlas o vestidos costosos,

Eclesiástico 26
15 Gracia de gracias la mujer pudorosa, no hay medida para pesar a la dueña de sí misma.

Génesis 3
21 Yahveh Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los vistió.

Éxodo 3
5 Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada.»

Salmo 69 (68)
9 (10) pues me devora el celo de tu casa, y caen sobre mí los insultos de los que te insultan.

... sólo para citar algunas. También me cuesta conciliarlo con el mandamiento “No codiciarás a la mujer de tu prójimo”, Ex 20:17. Y tampoco con el canon 1262, del Código de Derecho Canónico de 1917 que mandaba “las mujeres, sin embargo, deberán cubrirse la cabeza y vestirse con modestia, especialmente cuando se aproximan a la mesa del Señor.” Y tampoco con la Encíclica Sacra Propediem del Papa Benedicto XV.

Un detalle anecdótico, una de las madres (me cuesta recordar la última vez que la vi en misa) que han pedido la destitución del párroco y que lo acusó de “discriminador”, tiene su muro público de Facebook plagado de chistes fuertemente racistas y obscenos.

Los fieles que apoyamos al Padre Carlos nos sentimos abatidos en esta lucha, por favor ayúdennos con sus oraciones y también, si pueden, difundan esta noticia. Ruego también a los pastores (sacerdotes y obispos) que cuiden al Santísimo Sacramento, que no permitan que la casa de Dios siga siendo profanada y que sean valientes y hablen claramente al pueblo católico la verdad que es Cristo, como lo hace nuestro querido párroco, Padre Carlos Scarlata. Confío en que la Santísima voluntad de Dios permite estos males porque sacará de ellos un bien mayor.

Que Dios los bendiga y Nuestra Señora de Luján siga bendiciendo su valiente labor.

Omar
Catequista en la Parroquia San Isidro Labrador
Localidad de Lima, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

http://infocatolica.com/blog/cartadirector.php/1605130745-carta-de-apoyo-a-nuestro-parr

Respuesta del obispo en mensaje público
“Me quiero dirigir especialmente a la población de Lima y por extensión a la población de toda la diócesis. Un asunto que ha ocurrido en una parroquia en la que se colocaron unos carteles dando indicaciones taxativas de cómo entrar en el templo y otras circunstancias en torno a esto.

“Quiero reafirmar como obispo de la diócesis que la Iglesia tiene las puertas abiertas para todos, quiere recibir a todos, quiere dejar entrar a todos, y quiere poder atender a todos sin discriminar a nadie.

“Lo que mira Jesús, lo que mira el Señor, es el corazón, el corazón de la persona que se acerca a Él, que se acerca a preguntar, que se acerca a conocerlo, es lo más importante, el resto no interesa. El Señor no se va a fijar la vestimenta, los adornos que puedan rodear a esa persona. El mira el centro de cada uno de nosotros, que es el corazón.

“Todos los miembros de la iglesia tenemos que tener esa actitud de poder recibir bien al que viene. Empezando por los pastores, el obispo, el párroco, los catequistas, los ministros, etc. Todos debemos ser abiertos para recibir al que viene y no fijarnos tanto en los detalles, que pueden tener su importancia, pero que vienen en segundo, tercer o último lugar. Nunca invertir el orden.

“Como obispo me opongo totalmente a que se pongan indicaciones taxativas en la entrada de los templos, fuera del horario de las misas, o alguna indicación que ayude a las personas.

“Hoy estuve hablando con el sacerdote, que vino a verme, el padre Carlos Scarlata, y me reconoció el error que fue esto, según él no había dado la indicación de poner el cartel, pero él es el responsable de la parroquia y el cartel fue puesto, tal vez sin mala intención, pero totalmente desubicado. Él me prometió que lo iba a retirar y yo le pedí que trate de reconciliarse con la gente, con la población, que sepa reconocer su error, que pida perdón también porque hay gente que se sintió ofendida, discriminada”.

“Es de hombres, es de adultos, reconocer los errores y pedir perdón. Y yo asumo ese pedido de perdón a la comunidad, a los que se han sentido discriminados. El papa Francisco nos insiste mucho en esa apertura a los demás, en ser facilitadores en el camino al encuentro con Jesús. Quiero que quede claro este mensaje, lo más importante es la comunión en la comunidad, la unión en todo el pueblo, en todas las ciudades, en toda la diócesis, esa pasa antes de cualquier otra norma que podamos tener”.

Agradezco a quienes me dirigieron comunicaciones a favor o en contra, pero que me han ayudado a discernir en este caso. Los saludo a todos y estamos en contacto y sepan que quiero ayudar a todos a seguir junto a Jesús”

Comentario: el valor de la Misa es tal que, salvo que la vestimenta sea más impúdica que lo normal, no debiera dejar a una persona sin la Misa, al menos la primera vez en que no estaba advertida con una buena catequesis donde se hace ver que los hombres débiles podrán pecar mortalmente por deseo, pecado por el que pagó Jesús con la Cruz.

Mateo 5
27 «Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio.
28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.

1 Cor 8
9 Pero tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a los débiles.
10 En efecto, si alguien te ve a ti…¿no se creerá autorizado por su conciencia, que es débil…?
11 Y con tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo!
12 Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecáis contra Cristo.
13 Por tanto, si… causa escándalo a mi hermano, nunca (lo haré) para no dar escándalo a mi hermano.

También hay que hacer ver que la Misa es la renovación de la Alianza (matrimonio) entre Jesús y la Iglesia. Por de pronto, no se debiera ir con menor decoro que cuando se va a un cumpleaños, bautismo, comunión o casamiento.

Vestir con pudor es simple: cuanto menos apretado y más cubierto mejor. Mujer: no cargues en tu conciencia que los hombres pequen mortalmente por verte mal vestida (o des-vestida a la moda).

Una pena que el Obispo no haya aprovechado para dar catequesis.

Por otra parte, está mal exigir determinada vestimenta si deja afuera a los pobres, máxime cuando en las zonas pobres no se vende ropa decente. Además uno de los carteles distorsiona la cita bíblica y no es bueno prohibir la entrada a quien era ignorante e iba de buena fe, si hubiera otra solución como por ejemplo, asignarles un sector fuera de las miradas, ofrecer un poncho, manto o túnica, etc.

¡ Ave María puríssima !
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De abortista a provida: Patricia Sandoval


Abortó tres veces, trabajó en un abortorio y ahora es activista provida.
Escucha el testimonio en primera persona:
https://youtu.be/5X_EYT-cmss

Patricia Sandoval ahora es activista provida, defiende al niño no nacido contando su propia historia de errores y de perdón. Abortó en tres ocasiones, trabajó para Planned Parenthood, y el síndrome post aborto la sumió en una espiral autodestructiva de consumo de drogas y relaciones dependientes.

Según explica Patricia Sandoval a ACI Prensa en el colegio le hablaban de anticonceptivos y de sexo seguro, pero a los 19 años comenzó a salir con un chico 5 años mayor que ella y quedó embarazada. En un primer momento decidieron que tendrían al bebé, pero tras una conversación con una amiga, Patricia tuvo miedo y decidió abortar sin que su novio supiera nada. Simplemente le dijo que “había perdido al bebé”.

Quien le administraba los métodos anticonceptivos gratis eran las clínicas de Planned Parenthood, porque según explica Sandoval, éstas clínicas reciben dinero del gobierno.

Cinco meses después del primer aborto, Patricia volvió a descubrir que estaba de embarazada.

Esta vez no se lo dijo a nadie y decidió abortar en el más absoluto de los secretos, por eso pidió cita en Planned Parenthood. Según recuerda, “fue rápido y nadie supo de él”.

Sin embargo ella sí lo sabía y comenzó a sufrir las terribles consecuencias del síndrome postaborto. “Quería suicidarme. Tenía una profunda depresión y vergüenza. Era inestable emocionalmente”, recuerda.

Pero llegó un tercer embarazo. Su pareja se alegró de la noticia, pero ella le convenció de que no lo tendrían y por eso le obligó a que le acompañara a abortar.

“Él tenía muchísimo miedo. Incluso llegó a llorar. Yo me sentía terriblemente mal, no sólo por lo que estaba haciendo, sino porque mi pareja pensaba que ése era el primer aborto, cuando en realidad era el tercero”.

Posteriormente su novio comenzó a sufrir también el síndrome postaborto que muchos hombres padecen. “Estaba muy deprimido, tenía pesadillas de niños que le decían papá”.

Finalmente Patricia y su novio dejaron la relación y ella comenzó su vida en otra ciudad, donde encontró trabajo en una clínica de Planned Parenthood como asistente médica, a pesar de no tener experiencia ni preparación sanitaria.

Allí le explicaron cómo debía dirigirse a las clientas. “No podía llevar fotos de su familia, no podía referirme al bebé como él o ella, sino que eran unas células. De hecho, no podía decir la misma palabra ‘bebé”.

Sin embargo, de manera inesperada, todo cambió.

En la asistencia a su primer aborto, Patricia debía encontrar las partes del cuerpo del bebé extraído. “Al ver sus dedos perfectamente formados, me di cuenta de que no eran unas células. Ahí supe que había asesinado a mis tres hijos”.

Sumida en una profunda depresión, decidió no volver más a la clínica; sin embargo se involucró en una relación con un hombre que la inició en el consumo de drogas. Ella tenía 22 años.

Cuando terminó esa relación se encontró totalmente sola y sin fuerzas para recomenzar.

Llorando en la calle, una joven se acercó a ella y le recordó que Jesús todavía la amaba. La llevó a casa de su padre, con quien había perdido el contacto años atrás y éste le acogió de nuevo.

Patricia comenzó a reconstruir su vida, se confesó de sus abortos, pero todavía sentía algo que impedía que estuviera tranquila. Había sanado su cuerpo, pero no su alma.

Por eso decidió participar en un retiro de los Viñedos de Raquel, que cambió radicalmente su vida.

“Llegué al retiro sintiéndome una asesina y una pecadora malvada que abortó sus tres hijos. Salí del retiro, sabiéndome madre de tres hermosos bebes que Jesús y María cuidan y que me esperan para encontrarnos un día en el cielo. ¡Estaba tan dichosa! Llamé a mi primera bebé Marianna en honor a la Virgen. Al segundo, le puse Emmanuel en honor a Jesús. Y a la tercera, Rosa, en honor al Rosario”, explica a ACI Prensa. A sus tres hijos les prometió: “Ya que yo terminé con sus vidas y no les dí la oportunidad de vivir, en adelante y en su honor, yo haría todo lo posible para defender la vida”.

“A todas las mujeres que han abortado, si tienen un corazón arrepentido se puede encontrar la sanación. Puedes ser perdonada y perdonarte a ti misma. Y a todas las madres embarazadas, quiero decirles que el aborto nunca es una solución”, expresó.

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¿Qué hacemos con las cenizas de la abuela?



¿Se puede esparcir las cenizas de un difunto tras la cremación?
Vaticano responde.

En los últimos años se ha hecho más común que las personas, luego de cremar el cuerpo de un fiel difunto, decidan esparcir las cenizas en vez de darles una cristiana sepultura. Sin embargo, esta es una práctica contraria a la fe cristiana, tal como advierte y explica la segunda edición del “Rito de exequias”.

Así lo indicó durante la presentación de este documento, realizado en marzo de 2012, el obispo italiano Mons. Angelo Lameri. La Iglesia "no se opone a la cremación de los cuerpos cuando no se hace ‘in odium fidei’ (por odio a la fe)”.

Sin embargo, señaló que la Iglesia pide la sepultura del cuerpo de los difuntos –o las cenizas del cuerpo cremado-, porque “es la forma más adecuada para expresar la fe en la resurrección de la carne, así como para favorecer el recuerdo y la oración de sufragio por parte de familiares y amigos”.

En esta segunda edición los textos bíblicos y de oración también fueron revisados. Además se agregó un apéndice dedicado a las exequias en el caso de la cremación.

El texto señala que los ritos previstos en la capilla del cementerio o ante la tumba se pueden celebrar en el mismo lugar de la cremación. Además, se recomienda el acompañamiento del féretro a dicho lugar, pues se afirma que la cremación se considera concluida cuando se deposita la urna en el cementerio.

Todo esto porque aunque algunas legislaciones permiten esparcir las cenizas en la naturaleza o conservarlas en lugares diversos del cementerio, estas prácticas producen dudas sobre su plena coherencia con la fe cristiana, sobre todo cuando remiten a concepciones panteístas o naturalistas.

Asimismo, en el rito de las exequias también se aborda el momento de la visita de la familia, que no se contemplaba en la edición anterior. Mons. Lameri afirma al respecto que "para un sacerdote, es un momento para compartir el dolor, escuchar a los familiares afectados por el luto, y conocer algunos aspectos de la vida de la persona difunta con el fin de ofrecer un recuerdo correcto y personalizado durante la celebración de las exequias".

Otra novedad es la secuencia ritual, revisada y enriquecida, en el momento de cerrar el ataúd. Se proponen textos adecuados a diversas situaciones: para una persona anciana, para una persona joven, para quien ha muerto inesperadamente.

El Rito de las exequias quiere ser también un instrumento para profundizar en la búsqueda del sentido de la muerte. Se pueden pronunciar palabras de cristiano recuerdo del difunto en el momento de la despedida, y encontramos propuestas de formularios para la oración de los fieles.

Comentario: en la Suma Teológica de Santo Tomás se dice que al final de los tiempos, los ángeles recogerán cada partícula de nuestros cuerpos para su reconstitución y glorificación.

¡No le demos tanto trabajo a los ángeles! En la economía de la salvación eso costará gracias que se podrían haber aplicado para la salvación de las almas y acelerar la Segunda Venida.

Allí también se explica las típicas objeciones como el canibalismo.

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miércoles, 4 de mayo de 2016

¿Por qué mayo?

Durante siglos la Iglesia Católica ha dedicado todo el mes de mayo para honrar a la Virgen María, la Madre de Dios. Aquí te explicamos por qué.

La costumbre nació en la antigua Grecia. El mes mayo era dedicado a Artemisa, la diosa de la fecundidad. Algo similar sucedía en la antigua Roma pues mayo era dedicado a Flora, la diosa de la vegetación. En aquella época celebraban los ludi florals o los juegos florales a finales de abril y pedían su intercesión.

En la época medieval abundaron costumbres similares, todo centrado en la llegada del buen tiempo y el alejamiento del invierno. 

El 1 de mayo era considerado como el apogeo de la primavera.

Durante este período, antes del siglo XII (doce), entró en vigor la tradición de Tricesimum o "La devoción de treinta días a María". Estas celebraciones se llevaban a cabo del 15 de agosto al 14 de septiembre y todavía puede observarse en algunas áreas.

La idea de un mes dedicado específicamente a María se remonta a los tiempos barrocos - siglo XVII (diecisiete)-. A pesar de que no siempre se llevó a cabo en mayo, el mes de María incluía treinta ejercicios espirituales diarios en honor a la Madre de Dios.

Fue en esta época que el mes de mayo y de María se combinaron, haciendo que esta celebración cuente con devociones especiales organizadas cada día durante todo el mes. Esta costumbre se extendió sobre todo durante el siglo XIX (diecinueve) y se practica hasta hoy.

Las formas en que María es honrada en mayo son tan variadas como las personas que la honran.

Es común que las parroquias tengan en mayo un rezo diario del Rosario y muchas erijan un altar especial con una estatua o imagen de María. Además, se trata de una larga tradición el coronar su estatua, una costumbre conocida como Coronación de Mayo.

A menudo, la corona está hecha de hermosas flores que representan la belleza y la virtud de María, y también es un recordatorio a los fieles para esforzarse en imitar sus virtudes. Esta coronación es en algunas áreas una gran celebración, y por lo general, se lleva a cabo fuera de la Misa.

Sin embargo, los altares y coronaciones en este mes no son solo cosas "de la parroquia". Podemos y debemos hacer lo mismo en nuestros hogares para participar más plenamente en la vida de la Iglesia.

Debemos darle un lugar especial a María no porque sea una tradición de larga data en la Iglesia o por las gracias especiales que se pueden obtener, sino porque María es nuestra Madre, la madre de todo el mundo y porque se preocupa por todos nosotros, intercediendo incluso en los asuntos más pequeños.
Por eso se merece todo un mes en su honor.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. 
Publicado originalmente en National Catholic Register.

Este tiempo es una oportunidad para renovar el amor de todos los bautizados hacia la Mujer que Dios desde la eternidad escogió para darlo a luz y cuidarlo.

La Santísima Virgen María es por siempre la Reina del Cielo y de la Tierra, no hay santidad sin María porque toda Ella lleva a Cristo.

María la más humilde entre las mujeres es precisamente el modelo de toda mujer, como señaló el Papa Francisco en abril de 2014 en un mensaje a más de 20 mil jóvenes reunidos en Buenos Aires, Argentina.

“Hay un solo modelo para ustedes, María: La mujer de la fidelidad, la que no entendía lo que le pasaba pero obedeció. La que en cuanto supo lo que su prima necesitaba, se fue corriendo, la Virgen de la Prontitud. La que se escapó como refugiada en un país extranjero para salvar la vida de su hijo”, afirmó el Papa.

Para profundizar y vivir cada día este mes dedicado a la Santísima Virgen, la primera patena de la Sabiduría Eterna, ingrese al especial del Mes Mariano en: 

Nota: en el hemisferio Sur las Conferencias Episcopales también lo festejan en primavera pero como es contra-estación, en Argentina el Mes de María va desde el 7 de noviembre (8 en Chile) hasta el 8 de diciembre que es la Inmaculada Concepción de la Virgen. 


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NOSTRADAMUS MAYA 2012

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