Ocho días después de su nacimiento el hijo de María recibió el nombre de Jesús, que significa Salvador, como lo había ordenado el ángel Gabriel antes de que María concibiera.
El Evangelio menciona la razón de ser de dicho nombre: “Porque va a salvar a su pueblo del pecado”. Jesús iba a obrar la Redención con los más atroces sufrimientos, “humillándose –dice San Pablo– no sólo hasta la muerte sino hasta la muerte de cruz. Por ello Dios lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre, y al nombre de Jesús se doble toda rodilla”.
Fuente: iesvs.org
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