2012: nacimiento de un nuevo ciclo cósmico

Fuente: Año Cero - España
Adaptación: DG
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El calendario de los mayas era más preciso que el gregoriano. Podían fijar fechas exactas a una distancia de hasta 374.000 años.
Para ellos, el tiempo era cíclico. La cuenta comenzaba nuestro 13 de agosto del año 3114 antes de Cristo (algunos dicen que el año era el 3113). A partir de esa fecha, el primer ciclo tendría una duración de 5.125 años, por lo que finalizaría alrededor del 21 de diciembre de 2012.
Según los seguidores de las profecías mayas, el mundo todo - y muy especialmente el continente americano - vivirán por esos días grandes cambios y se pondrá en marcha un nuevo ciclo que durará también más de 5.000 años.
Pero los mayas no tenían un calendario único sino seis diferentes, adaptados en cada caso a la agricultura, el comercio, la organización social y los rituales religiosos. No eran conocidos por el pueblo en general sino solamente por los líderes religiosos. Los integrantes de la poderosa casta sacerdotal Ah kin ("los del Sol") eran en realidad los únicos que estudiaban y practicaban la escritura y las matemáticas.
También esos sacerdotes se encargaban de descubrir los secretos de los astros - que reflejaban a sus dioses - y ver de qué manera influirían en los seres humanos.
Según Miguel Rivera, profesor de cultura maya, el carácter determinista de esa civilización los llevó a considerar las profecías como sucesos que se cumplían irremediablemente. Una vez "lanzada" una profecía, procuraban hacer todo lo posible por ayudar a que se convirtiera en realidad. Y el resto les creía sin dudar porque consideraba que esos sacerdotes estaban conectados directamente con los dioses,
Su visión de la historia como una serie cíclica de construcciones y destrucciones, muertes y renacimientos, llevó a los mayas a estar convencidos de que el mundo sufría periódicamente grandes catástrofes, a los que algunos sobrevivían y eso les permitía luego repoblar el planeta.
El texto básico de esa civilización era el Popol Vuh, el libro más antiguo de América, escrito poco antes de la llegada de los españoles. Allí se narra la creación del mundo por parte del "Sumo Hacedor". Dice que primero hizo la naturaleza vegetal, luego los animales y finalmente los humanos.
Otro de los textos mayas fundamentales era el Códice de Dresde, del que aún se encuentran algunos pocos originales. En él se relata, por ejemplo, un diluvio universal que aparece también en la Biblia y en otras religiones.
Los mayas no han desaparecido. Unos diez millones viven en los mismos lugares que habitaban sus antecesores. Lo que ya no existe es el Viejo Imperio, que dejó de existir cerca del siglo XI. Muchos se trasladaron a la península de Yucatán donde sus líderes fueron masacrados por 1441 en la ciudad de Cichén-Itzá.
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Hay quienes aseguran que los mayas era los antiguos habitantes de la Atlántida que, al destruirse su isla, se mudaron al continente instalándose en Centroamérica.
¿Una curiosidad? Parece que cuando los españoles recorrían esa región, cercana a su punto inicial de llegada, encontraron un originario en la playa y, torpemente, le preguntaron en castellano cómo se llamaba ese lugar. El maya los miró sorprendido y, no comprendiendo el idioma, les dijo algo parecido a "Yucatán", que significaba "¿qué dice?". El español supuso que sí lo había comprendido y que ése era el nombre del lugar, que aún se conoce así.
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Siendo que mañana es 21/12/2012, fecha calculada según el calendario maya como la del cambio de era, y respetuosos de la sabiduría de esos antiguos habitantes americanos, será tiempo de escudriñar el cielo en busca de señales físicas del evento, aún cuando quizá habría de estudiar cuidadosamente nuestro espíritu para intentar descubrir cuáles de sus contenidos merecen ser modificados para iniciar una nueva etapa más valiosa para nuestra vida individual y social.

Daniel Aníbal Galatro
20 de Diciembre de 2012
Esquel - Chubut - Argentina