Basado en una nota de JUDITH DE JORGE - MADRID
Un nuevo estudio computacional ha publicado la revista científica Journal of the British Interplanetary Society se inspira en la famosa paradoja de Enrico Fermi: Si en nuestro planeta ha surgido vida inteligente y hay miles de millones de estrellas en la galaxia, también ha podido ocurrir lo mismo en algún otro lugar de la Vía Láctea, ¿por qué ibamos a ser nosotros los privilegiados? Pero, en ese caso, ¿cómo es posible que no hayamos tenido noticia de otras formas de vida inteligente fuera de la Tierra? ¿Dónde está todo el mundo?
Carlos Cotta, profesor del Departamento de Lenguaje y Ciencias de la Computación de la Universidad de Málaga y autor del estudio junto con Álvaro Morales, estima que si hubiera una civilización en la galaxia intentaría expandirse, ya que parece razonable que toda forma de vida que ve que su crecimiento está limitado por los recursos disponibles intente buscar otros lugares donde vivir. Pero harían falta miles de millones de años para que una civilización pudiera colonizar la galaxia, lo que justificaría que no hayamos recibido emisarios espaciales.
Una civilización inteligente, de esas capaces de plantar un monolito o demostrar su intención de destruirnos, envíaría sondas para explorar la vecindad a una décima parte de la velocidad de la luz. Suponiendo que las naves no se estropearan, el cálculo concluye igualmente que harían falta miles de millones de años para que un mecanismo de este estilo pudiera expandirse por todos los confines galácticos.
«Realizamos simulaciones computacionales de cómo se realizaría la expansión de una sonda a partir de un punto de la zona habitable de la galaxia, ya que no todas las estrellas lo permiten: algunas no tienen una vida larga, no son capaces de desarrollar sistemas planetarios o tienen cerca a supernovas que producen efectos destructivos en el entorno», describe Cotta. Desde distintos puntos de esa zona habitable, que tiene aproximadametne diez mil millones de estrellas, partirían nuestros extraterrestres en dos supuestos. Uno que contempla una ventana temporal de cien millones de años -«parece mucho tiempo, pero no lo es tanto si se tiene en cuenta que la galaxia tarda en dar una vuelta sobre su eje 250 millones de años»- y otro que sólo contempla un millón hasta el presente».
Dado que todavía no hemos hecho contacto, en el segundo supuesto, «puede haber hasta cien o mil civilizaciones que aún no nos hallan encontrado»; pero en el primero, más amplio, sólo puede haber «una decena». Muy pocas. Según Cotta, esto reafirma la paradoja de Fermi y apura una explicación física, además de la distancia: «Las condiciones para el surgimiento de vida tecnológica avanzada en la galaxia no eran muy favorables hace cien millones de años, ya que continuamente se producían eventos catastróficos».
Los seres humanos siempre hemos intentado descorrer el velo que nos oculta el futuro. Personas que llamamos "profetas" son nuestra herramienta para ello.
¿Estaremos preparados?
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sábado, 8 de mayo de 2010
British Interplanetary Society: en esta región no somos más de 10
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Ínforme de la British Interplanetary Society
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